Algo que siempre recuerdo es que cada
cierto tiempo mi tía visitaba a mi Abuela, quien me crio, y en algunas de esas
visitas me llevaba de paseo con su Familia y era así como luego terminaba Yo
esperando mi turno para subir al columpio y cuando al fin lo conseguía era poco
lo que me duraba la alegría, porque al rato ya debía ceder el columpio a otro
niño. Cómo no traer a la mente esos recuerdos, un día cualquiera en el que
termine paseando en el Parque del Este, un día de semana, prácticamente vacío.
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